Valentino Gareri Atelier diseñó un pueblo de casas sostenibles impresas en 3D

Algo realmente maravilloso y espectacular está sucediendo en la provincia de Manabí, en Ecuador. Una aldea residencial de 19 casas impresas en 3D y diseñadas para proporcionar un nuevo modelo de aldea comunitaria sostenible para las áreas rurales y de baja densidad.

Este proyecto es el resultado de una colaboración multidisciplinaria entre Valentino Gareri atelier, Steve Lastro y de los que tienen como objetivo adoptar un enfoque más humanista y sociológico de la tecnología residencial y la vida comunitaria.

¿Lo interesante? Pues todo. Gareri Atelier se inspiró en un girasol para la disposición de las casas y de la forma en la que está diseñada la aldea, estas están diseñadas en forma de círculo sola, donde los lotes y las casas se distribuyen radialmente alrededor de un área común central. Asimismo, los techos de las casas son fotovoltaicos, es decir, su forma y ángulo les permite recibir energía limpia del sol, tal como lo hace un girasol en la naturaleza.

Nuevos materiales y nuevas técnicas de construcción

Gracias a la tecnología de impresión 3D la aldea tendrá forma de una “ciudad del futuro”. La obra se coloca en el centro y la máquina impresora de hormigón, moviéndose a través de binarios extensibles y retráctiles, ‘imprime’ todas las casas en secuencia girando en el área central del sitio gracias a una mesa giratoria colocada temporalmente. Esto representa un proceso de construcción más sostenible en comparación con uno tradicional, puesto que se utiliza menos suelo durante la fase de trabajo.

¿El resultado final? una serie de 19 casas dispuestas radialmente alrededor del sitio central que, una vez finalizadas las obras de construcción, se convertirán en el corazón comunitario de la futura aldea.

Otra idea fundamental de esta aldea es que cada casa está diseñada para ser energéticamente autosuficiente. La energía que se recoge por el techo se recoge en baterías y se utiliza para el sistema de calefacción por suelo radiante, para el aire acondicionado y para la alimentación de vehículos eléctricos. Además, la inclinación del techo favorece la recogida de agua de lluvia (para sanitarios y riego) en un depósito de agua ubicado en la sala de servicio.

Autor: Jane Englefield



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