¿Puede el tiempo fluir hacia adelante y hacia atrás simultáneamente?
En el universo existen cosas que de verdad encontrarle una respuesta parece casi imposible, mientras que otras son tan sencillas que parecen inverosímiles. El Tiempo parece una de esas cosas universales que pareciera tener una respuesta sencilla, y a la vez no. El tiempo no podemos abordarlo sin hermanar a la física con la ontología (el estudio filosófico del ser). Ya este tema lo tocó Agustín de Hipona por allá por los siglos IV y V, para suerte de todos hemos avanzado mucho y poco a poco se resuelven los problemas, ¿o quizá no?
Un grupo de investigadores de las Universidades de Bristol, Vienna e Islas Baleares han conseguido describir un sistema cuántico que parece “viajar” en dos direcciones a través del tiempo, hacia delante y hacia atrás. Al menos, esa es la manera más sencilla de intuirlo, pero ¿de verdad es esto lo que sucede? Pero tranquilos, no estamos hablando de viajes en el tiempo, creemos que ni cerca.
Si bien esto puede generar cierta confusión, se puede interpretar gracias a la entropía, una propiedad relacionada con el paso del tiempo, pero que no podemos afirmar rotundamente que sea el paso del tiempo en sí mismo. Tampoco podemos hablar de que el “tiempo” es el movimiento de las agujas del reloj, esto simplemente es un indicador de este mismo, pero puede pararse o revertirse sin que el tiempo se vea afectado (por suerte).
Entropía
Lo que dice la segunda ley de la termodinámica es, más o menos, lo siguiente: los sistemas tienden a evolucionar hacia estados más probables. Si, sabemos que puede sonar muy raro, sin embargo, imaginemos una baraja de cartas a estrenar, con los palos separados y cada uno en orden ascendente. Si comenzamos a barajarla al azar ¿cómo crees que quedarán? Es muy poco probable que sigan en el mismo orden que al principio porque solo existe una forma en que pueden colocarse para ello. En cambio, hay exactamente doce decillones cuatrocientos trece mil novecientos dieciséis nonillones de otras combinaciones posibles. Este es el motivo por el que el humo se escapa de un cigarrillo, pero nunca vuelve a entrar. Ahora queda más claro qué significa eso de que “los sistemas tienden a evolucionar hacia estados más probables”.
Gracias a esto podemos decir que los estados más probables tienen más entropía. Históricamente, los físicos han relacionado el tiempo con el aumento de entropía de un sistema. Al igual que el tiempo avanza, la entropía de un sistema tiende a aumentar, es lo que se conoce como la “flecha del tiempo”.
Por otro lado, en este estudio no se analizan barajas de cartas, sino sistemas cuánticos, tan diminutos que siguen otras reglas que, casualmente, también son probabilísticas. Mientras no interactuemos con un sistema cuántico de alguna forma, ciertas permanecerán indefinidas (como la velocidad de una partícula) o, mejor dicho, podemos representarlas como una función de probabilidades, indicando qué probabilidad hay de que, al interactuar con el sistema, encontremos que su velocidad es de X, Y, o lo que sea. Esta sería una forma extremadamente simplificada de explicar la superposición cuántica.
Queda mucho por descubrir sobre el tiempo, pero todo parece indicar que no es simplemente una propiedad de los objetos, como es la entropía, sino una sustancia, como ocurre con el espacio. Posibilita que los sistemas tiendan a estados de mayor entropía, pero es algo más, algo que puede verse afectado por la velocidad o la gravedad y estas investigaciones nos acercan un poco más al día en que lleguemos a comprenderlo
Autor: Ignacio Crespo
Fuente: https://www.larazon.es/ciencia/20211127/7g3di7a4pjdvzcduikzhl6a6rq.html