¿El fín del petróleo?
El calentamiento global ha logrado que tres grupos distintos de personas en el mundo, que parecieran ser enemigos naturales, se pongan de acuerdo: Las empresas petroleras, científicos e investigadores, y activistas climáticos están totalmente de acuerdo en que no deben dejar que el mundo se caliente más de 1.5 °C y estamos encaminados a superar esto para el año 2030, pero la pregunta que surge es ¿por qué es tan difícil cortar la dependencia del petróleo?.
Si bien el “oro negro” nos dio las capacidades necesarias para desarrollarnos como especie, las consecuencias estan siendo peores que la misma enfermedad. Para el año 1959, el físico Edward Teller, uno de los creadores de la bomba atómica, explicó que “quizá deberíamos buscar otras fuentes de combustible porque la quema de combustibles fósiles produce un efecto invernadero”.
Teller, además, creía que el efecto invernadero que causaban estos gases eran suficientes para derretir los polos “y hundir por completo la ciudad de Nueva York”, todo esto para el año 1965. Sin embargo el físico se equivocó, pero solo con el año, porque los casquetes polares si se han estado derritiendo cada vez más, y si no creen pues preguntenle a los icebergs de los polos, los cuales han perdido kilómetros y kilómetros gracias a las grandes temperaturas.
Esta predicción fue el punto de partida para que los científicos e investigadores de grandes compañías como Exxon expresaran sus predicciones desalentadoras con respecto a la producción de petróleo, sin embargo seguimos lanzando dióxido de carbono a la atmósfera a un ritmo que sigue acelerando.
Curva de Keeling. (Met Office)
El problema radica, principalmente, en que casi toda la energía de la economía mundial depende de los combustibles fósiles. Según un estudio hecho en 2020 por la empresa BP, el 33% de la producción de energía proviene netamente del petróleo.
“Es una tremenda ironía que las mismas sustancias que nos ayudaron, como sociedad, a llegar a los niveles de desarrollo de hoy, son las mismas sustancias que ponen en peligro nuestro futuro”, explicó la científica climática Katherine Hayhoe.
El petróleo, al principio de su historia, significó desarrollo, crecimiento social y económico, quizá aún para los países subdesarrollados pueda significar un poco esto, sin embargo para países desarrollados la meta es buscar la manera reducir su dependencia del petróleo y lograr conseguir una fuente de energía limpia y renovable.
No obstante, la pandemia por Covid-19 marcó un hito importante, y es que paralizó absolutamente todo, causando así que la búsqueda de estas energías por parte de países como Estados Unidos tuviera que esperar un poco más, pese que a los planes para lograr reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero siguen adelante, la necesidad de producir cada vez más energía y cada vez más rápido se volvió una especie de prioridad. Al final, el sol vuelve a brillar sobre los pozos.
Asimismo, producir energías limpias y renovables cuesta mucho dinero, dinero que países ricos pueden darse el lujo de gastar, sin embargo países en vías de desarrollo como Nigeria, India o Venezuela no pueden gastar, por ende, dependen casi que exclusivamente de la producción y exportación del petróleo.
La mayoría de las emisiones del mundo están sucediendo en países en desarrollo, aunque EE.UU y Europa se pongan de acuerdo para solucionar el problema, no lo lograremos si no vamos de la mano con los países en desarrollo”, detalló Samantha Gross, Directora de la Institución de Intermediación Energética y Climática.
Al final, el problema de la contaminación por combustibles fósiles fue causado por las grandes industrias americanas y británicas, ellos como causantes de esta incertidumbre tienen un poco más de responsabilidad a la hora de resolverlo. Si bien para el año 2015, los líderes globales se reunieron en París y estuvieron de acuerdo en invertir para lograr conseguir la solución, esto “quedó en palabras”.
Claro que los renombrados acuerdos de París incluyen el famoso “fondo verde para el clima”, una forma en que los países ricos ayuden a los países en desarrollo a hacer la transición de combustibles fósiles a energías limpias con una inversión, al año, $100.00 millones de dólares al año para el 2020, esa cifra se quedó corta por $90.000 millones. De hecho, los países ricos invierten dinero en proyectos de energía limpia por toda África, pero invierten mucho más en combustibles fósiles.
Hoy en día las compañías de petróleo en todo el mundo han estado de acuerdo en llegar al cero neto, ya que indicaron que si son parte del problema debían ser parte de la solución, sin embargo, la decisión que han tomado es clara, combustibles fósiles. Para estas empresas, las inversiones en energías renovables representan solamente 0.8% del total de sus inversiones. Incluso, según un estudio realizado por Rystad Energy, para el año 2030 las empresas petroleras producirán más petróleo del que producen hoy en día
Por Carlos Bolívar
Fuente: En pocas palabras