"El capitalismo es un motor eficaz para impulsar la regulación espacial"

El entorno espacial, lugar destinado para un sin fin de proyectos a nivel mundial y muy poco conocido por las personas, actualmente atraviesa un problema en lo que respecta a su gestión y las leyes que rigen en él.

Muy diferente al espacio aéreo, regido por una entidad internacional y destinado, mayormente, al transporte, el entorno espacial ofrece muchas oportunidades de negocio, pero también de accidentes, por eso la experta en políticas espaciales Ruth Stilwell apostó a qué se gestione este lugar como se hace con las leyes marítimas.

Uno de los problemas es que se estima que para el año 2030 existan más de 100.000 satélites orbitando la tierra, principalmente por al aumento de los proyectos de mega constelaciones de satélites como OneWeb y Starlink de SpaceX, número que sin duda alguna superaría la capacidad de rastrearlos a todos y cada uno, generando mayores accidentes, lo cual producirían escombros que entorpezcan futuras actividades.

Por ese motivo, la mayoría de los expertos han solicitado un mejor marco legal para gestionar el tráfico espacial y prevenir una futura plaga de colisiones de satélites. Sin embargo, las grandes empresas espaciales a nivel mundial siguen retrasando el proyecto.

La directora ejecutiva de Aerospace Policy Solutions y profesora adjunta de la Universidad de Norwich en Northfield, Vermont (EE. UU.), Ruth Stilwell aseguró tener una idea de cómo se podría gestionar de manera más eficiente el tráfico espacial. Sencillamente explicó que se deberían analizar las normas y leyes marítimas desarrolladas a través de los años para así entender y comprender el comportamiento de los barcos en el mar.

Si bien es cierto que la gestión del tráfico espacial es un área emergente, su propósito fundamental es evitar las colisiones en el espacio, las cuales tienen dos consecuencias: la primera es evitar los escombros que generarían esas colisiones; y la segunda es que perjudica a largo plazo el propio espacio para futuros trabajos.

La doctora Stilwell explicó para la MIT Technology Review que no hay un procedimiento estándar en cuanto a un choque entre dos satélites en el espacio, ni siquiera sobre un "posible acercamiento". He estado buscando una referencia normativa sobre ese proceso de principio a fin. Me gustaría poder decir: "Aquí se verá lo que sucede desde el momento en el que aparece una aproximación cercana hasta que se toma la decisión de maniobrar o no un satélite". Pero es un poco opaco.

El 18° Escuadrón de Comando de Control Espacial de la Fuerza Espacial de EE. UU. está constantemente observando los cielos y reevaluando la situación cada ocho horas. Si detectan una posible aproximación cercana, emitirán una alerta al propietario-operador del satélite. Luego depende del propietario-operador la decisión de qué hacer con esa información. Y después, el Escuadrón seguirá monitoreando la situación, dijo.

La diferencia entre el espacio aéreo, marítimo y la órbita espacial es el control y leyes que se rigen en cada una. Por ejemplo, todo el espacio aéreo internacional del mundo está designado a un solo estado como entidad con el fin de proporcionar servicios de control de tráfico aéreo, pero el espacio orbital no tiene nada parecido, pero la alta mar tampoco. Lo único que tiene es un conjunto de normas de comportamiento acordadas y la autoridad sobre cada barco.

Dentro de las normas de comportamiento existe la libertad para realizar distintas actividades comerciales, acá es donde la doctora Stilwell lo relaciona con el espacio orbital, puesto que también sirve para desarrollar actividades comerciales: telecomunicaciones, teledetección, etcétera.

Claramente las leyes marítimas también previenen los choques entre dos barcos en alta mar, dictan lo que debe suceder si dos embarcaciones se encuentran ante una colisión inmediata, quien tiene prioridad para maniobrar, entre otras cosas. "Hay paralelismos muy claros", mientras que si tomamos las regulaciones aéreas estaríamos intentando introducir un cubo de madera de juguete por el espacio circular.

Hoy en día no es realista tener un organismo específico que regule las normas en la órbita espacial, pero ¿por qué? Pues básicamente es un tema de confianza. Sería muy fácil otorgarle las regulaciones, por ejemplo, al 18° Escuadrón de la Fuerza Espacial estadounidense, sin embargo, no solo es cuestión de seguridad, sino también son intereses diplomáticos, económicos y de archivos clasificados.

La ruta que deben de seguir los expertos que piden a gritos una regulación es el de crear una manera de compartir la información y confiar en ella. La directora ejecutiva de Aerospace Policy Solutions aseguró estar trabajando en un proyecto que involucra la tecnología blockchain como herramienta fiable para el intercambio de datos. "Por la naturaleza de blockchain, se puede determinar quién introdujo la información y validarlo como participante legítimo, y esa información no puede ser alterada por un tercero", puntualizó al MIT Technology Review.

Autor: Neel V. Patel

MIT Technology Review

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