Una terapia con Realidad Virtual reduce los síntomas de agorafobia
La tecnología avanza y uno de sus principales usos puede ser el de ayudar a las personas con sus dolencias, padecimientos o a superar sus fobias. En ese sentido, un equipo formado por psiquiatras y desarrolladores informáticos han creado un escenario de realidad virtual diseñado para ayudar a personas que sufren de agorafobia, un trastorno psicológico que consiste en sentir miedo y estrés ante ciertos ambientes e interacciones hasta el punto que la persona es incapaz de seguir con su vida cotidiana.
Para Daniel Daniel Freeman, psiquiatra de la Universidad de Oxford y director de la investigación, esta metodología con realidad virtual “genera un verdadero cambio en la vida del paciente”. Lo bueno de ella es que el paciente nunca se encuentra solo, en todo momento está acompañado por un terapeuta que la va guiando por distintos escenarios.
El recorrido empieza en la clínica del doctor con la puerta abierta y, progresivamente, se va llevando al paciente a nuevos escenarios de dificultad cada vez mayor. En cada uno de estos lugares el sujeto debe completar determinadas tareas, como pedirle un café a otro personaje del mundo virtual, hacer contacto visual o acercarse a grupos de personas.
Freema explicó que en la medida que los escenarios virtuales parecen reales, las habilidades adquiridas por los pacientes en este contexto les resultan de utilidad en su vida cotidiana. Por ejemplo, en uno de los escenarios virtuales, un paciente cogió un autobús para ir al cementerio a visitar la tumba de sus padres. Gracias a esta nueva habilidad, unas semanas después pudo reunir fuerzas y confianza para ir a la tumba de su padre en el mundo real.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Lancet Psychiatry. Por un lado, participaron 174 sujetos con problemas de agorafobia a los que se les aplicó un tratamiento basado en realidad virtual. Otro grupo, de 172 pacientes, recibió una terapia convencional para abordar los mismos problemas.
Después de seis semanas de tratamientos, el grupo de la realidad virtual tuvo un pequeño pero significativo descenso en los síntomas de su enfermedad. Los sujetos se mostraban menos estresados y con menos miedo a afrontar las interacciones de su vida cotidiana.
Autor: Bernardo Álvarez.