3 problemas inesperados que está generando en Sudamérica la histórica sequía del río Paraná

El río Paraná es el segundo más largo de Sudamérica, solo por detrás del Amazonas, y es vital para la población, la economía y el medio ambiente de los tres países que atraviesa: Argentina, Paraguay y Brasil, por eso, la sequía que actualmente le afecta al río Paraná, el cual tiene dos años en sus niveles más bajos registrados en ocho décadas, afecta directamente a las naciones.

El río, que en promedio tiene un caudal de unos 17.000 metros cúbicos por segundo, este año cayó hasta los 7.000 m3/s, apenas por encima del valor mínimo histórico de 5.800m3/s, registrado en 1944. Si lo llevamos a la práctica, eso significa que el Paraná está más de tres metros por debajo de su altura promedio habitual. Según explicó a BBC Mundo Juan Borús, subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA) de Argentina, y una de las personas que más conoce el río.

Este descenso preocupa mucho a los expertos, los cuales atribuyen el mismo a una combinación de factores entre los que destacan la alteración en los patrones de lluvias debido al calentamiento global y la deforestación de los árboles del Amazonas, puesto que estos son árboles de la selva que liberan el vapor de agua que eventualmente cae en forma de lluvia sobre la cuenca del río Paraná.

Claramente esto preocupa a las comunidades que viven cerca del caudal del río, debido que de allí sacan el agua que beben y el pescado que comen y con el que subsisten económicamente.

Pero no solo las personas son las afectadas, debido a que los biólogos advirtieron que la sequía también afecta a los ecosistemas de la zona, alterando el equilibrio natural del cual dependen muchísimas especies de vegetales y animales.

Acá veremos con detalles las tres consecuencias indirectas de la sequía del río Paraná.

  • El problema de los granos El Paraná, junto con su principal afluente, el río Paraguay, el cual también sufre de una sequía histórica, forman la conocida hidro vía Paraná-Paraguay, la que permite la navegación continua entre puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Estamos hablando de uno de los mayores sistemas navegables del mundo y simplemente se ve gravemente afectada.

Gran parte de esta hidro vía transita por Argentina (transita por siete de sus provincias), el cual exporta gran parte de su cosecha de granos y derivados por esta vía. Y aunque el Paraná sigue siendo transitable, por su anchura y profundidad, el descenso del caudal obligó a las enormes embarcaciones a reducir y limitar sus capacidades de carga, incrementando los costos.

Además, una parte de la cosecha que se exporta de Argentina se debe enviar por vía terrestre, lo que también es más costoso y genera mayores problemas ambientales, según dicen los ambientalistas.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la ciudad portuaria que es uno de los principales centros neurálgicos del Paraná, estimó que "por la bajante, en lo que va del 2021, Argentina ya perdió US$620 millones en exportaciones de harina y aceite de soja".

De igual manera, el descenso de las aguas también afecta fuertemente a Paraguay, que no tiene una salida directa al océano y accede al Atlántico por esta hidro vía. “Todo el comercio está atrasado, todo está demorado. Es un año complicadísimo ya que el 96% del comercio de ultramar de Paraguay se maneja por el río y esto implica una afectación muy importante a la economía nacional", señaló el director del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay, Juan Carlos Muñoz a la agencia Reuters.

  • El problema energético El Paraná no solo representa un rol importante en la exportación, sino que también cumple uno fundamental para la importación, especialmente de hidrocarburos. El 70% del gas natural comprimido que importa Argentina viene por la hidro vía.

Además, el país también importa por esta vía petróleo, el cual abastece por este medio a varias de sus provincias y gracias a este problema este año debieron recibir los hidrocarburos por tierra.

Aparte de las exportaciones, el rol que cumple el Paraná en la creación de energía es casi imprescindible. Sobre el río existen decenas de represas, incluyendo dos de las más importantes de la región: Itapú, compartida por Brasil y Paraguay; y Yacyretá, en la frontera entre Paraguay y Argentina.

Por parte de Itapú, sus administradores informaron que la represa actualmente se encuentra operando con entre 10 y 14 de sus 20 turbinas debido a la crisis hidrológica, provocando así la caída del 15% en la producción eléctrica con respecto al año 2020. Sin embargo, los responsables de la central eléctrica garantizaron el suministro energético, pero advirtieron que el último “el último periodo húmedo” no fue suficiente para recargar el embalse.

Por su parte, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), que administra la central hidroeléctrica río abajo de Itaipú, informó que están operando 15 de sus 20 turbinas, pero "se genera solo el 40% de la potencia instalada en la central" debido al bajo caudal del Paraná. En comparación a 2019, la caída en la generación de energía es del 28%.

Borús, del Instituto Nacional del Agua (INA), señaló que, a pesar de esta reducción en la producción hidroeléctrica, no se ha generado una crisis energética porque la faltante se suple con otras fuentes de energía, en particular la termoeléctrica. Sin embargo, que esto se realice influye directamente en los costos y en la contaminación, debido a que son una fuente más cara y contaminante.

  • El problema del contrabando Gracias a la pandemia por Covid-19 y el descenso de las aguas del río Paraná se ha creado un nuevo problema, el contrabando. Lo primero influyó en que las fronteras se mantuvieran cerradas generando así que las personas, al no poder cruzar de manera legal, hayan tenido que aprovechar los bajos niveles del agua para cruzar de manera ilegal de un país a otros. Este es un problema que afecta principalmente a Paraguay.

Según un informe del diario paraguayo Última Hora, "la mayoría de estas personas que cruzan son generalmente paraguayos residentes en el vecino país que vienen a visitar a sus familiares y argentinos que hacen lo mismo". Pero el cruce ilegal a través del lánguido Paraná también es usado para traficar mercadería, no solo desde Argentina, sino también desde Brasil.

El contrabando desde Argentina parece estar afectando particularmente a una industria paraguaya: la avicultura, que por décadas ha denunciado el ingreso ilegal de pollos desde Brasil.

"Ahora que el río Paraná se puede cruzar fácilmente por el bajo caudal que tiene, se está introduciendo contrabando de pollos y huevos; entre otros productos, por muchas partes, por las tres Fronteras, Otaño, Encarnación, o por cualquier desembarcadero", denunció a finales de agosto el presidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), Pablo Mauger.

Los pronósticos para saber cuándo subirán los niveles de agua del río Paraná no son muy optimistas. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de Argentina estimó que en los próximos tres meses seguirá el clima seco, y durante el período húmedo, entre enero y marzo, podría haber lluvias por debajo de lo normal.

Pero Borús prefiere concentrarse en el mañana. "Tenemos que ser mucho más cuidadosos en el uso del recurso ahora, y después cuando se termine esta bajante y esta situación tan extrema, igualmente seguir adquiriendo esos hábitos ya en forma permanente".

Autor: Veronica Smink Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-58771149