Nuevos órganos que crecen en los pacientes, la futura alternativa a los trasplantes

La empresa LyGenesis ha ideado un procedimiento para inyectar células hepáticas de un donante en los ganglios linfáticos de un receptor enfermo. El resultado son pequeños órganos sanos que compensarían el hígado dañado, una solución que abre la puerta a que pacientes sean tenidos en cuenta para trasplantes.

En las próximas semanas, un voluntario en Boston, Massachusetts (EE UU), será el primero en probar este nuevo tratamiento; y no solo él, en los siguientes meses, otros voluntarios probarán otras dosis que podrían dejarlos con hasta seis hígados en sus cuerpos.

La empresa responsable del tratamiento, LyGenesis, espera salvar a las personas con enfermedades hepáticas devastadoras que no son elegibles para trasplantes. El enfoque parece funcionar en ratones, cerdos y perros. Ahora es el momento de saber si funciona en las personas.

Si resulta que sí, el tratamiento podría ser revolucionario. Los órganos de donantes son escasos y muchos de los donados no se pueden usar. El nuevo enfoque puede hacer uso de los órganos que de otro modo se habrían descartado. Los investigadores calculan que pueden conseguir tratamientos para unas 75 personas a partir de un solo órgano donado.

"Es muy prometedor", opinó la bióloga especializada en células madre y enfocada en la regeneración del hígado Valerie Gouon-Evans, que no participa en esta investigación ni en la empresa responsable. "Estoy muy contenta… esta idea está llegando a la clínica", añadió.

Los hígados tienen una capacidad única para regenerarse. Si se corta la mitad del hígado de un animal, volverá a crecer. Los hígados humanos dañados por toxinas o alcohol generalmente también pueden volver a crecer. Sin embargo, algunas enfermedades pueden causar daños extensos de los cuales el hígado no se puede recuperar. Para estas enfermedades, el tratamiento suele ser un trasplante de hígado.

Pequeñas incubadoras Los ganglios linfáticos son pequeñas estructuras con forma de alubia que se encuentran en todo el cuerpo. Tienen un papel crucial en nuestra salud inmunológica al producir células que ayudan a combatir las infecciones. Aunque Lagasse inicialmente se sorprendió de que las células hepáticas se pudieran multiplicar y crecer en los ganglios linfáticos, el experto indica que tenía sentido. Los ganglios linfáticos son hogares naturales para las células que se dividen rápidamente, incluso las del sistema inmunitario. Además, tienen un buen suministro de sangre y ayuda al crecimiento de tejido nuevo.

Nuevos hígados humanos El equipo de LyGenesis probará su tratamiento en 12 adultos con enfermedad hepática en etapa terminal que no son elegibles para trasplantes de hígado. Las personas con este trastorno tienen insuficiencia hepática crónica que empeora con el tiempo. Las células del hígado se van muriendo y el tejido sano se reemplaza con tejido cicatricial. Como resultado, las sustancias nocivas que normalmente filtra el hígado, como el amoníaco, se acumulan en la sangre. Cuando el hígado deja de producir sustancias que ayudan a que la sangre se coagule, las personas pueden sangrar y tener moretones con facilidad. Aquellos que sufren esta enfermedad también corren el riesgo de diabetes, infecciones y cáncer de hígado.

El equipo de LyGenesis ha adoptado un enfoque menos invasivo. Las células sanas del hígado se administrarán a través de un endoscopio, un tubo que se introduce por la garganta. Este tubo será guiado por ultrasonido, y cuando llegue al ganglio linfático objetivo, un cirujano podrá inyectar las células directamente a través del mismo tubo.

Si el tratamiento del hígado funciona, LyGenesis planea probar otras células y quizás hacer que crezcan otros órganos. "Hemos podido cultivar riñones ectópicos y un timo ectópico y células beta pancreáticas para ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre de los animales con diabetes", resalta. El enfoque de esta empresa también podría ser útil para implantar organoides (diminutos grupos de células similares a órganos cultivados en laboratorio) en personas, señala Gouon-Evans.

Fuente: Technologyreview