La historia de los sindicatos ayuda a evitar los abusos de las 'Big Tech'

Los trabajadores del sector tecnológico empiezan a organizarse, informarse y probar distintas estrategias del pasado para mejorar sus condiciones laborales en Amazon, Google, Tesla y Facebook, cuyo poder les suele permitir saltarse las reglas. Puede que algunos intentos fallen, pero el movimiento no lo hará.

Para entender el nuevo movimiento sindical del sector tecnológico, la organizadora del proyecto de sindicalización del sector tecnológico de Communications Workers of America CODE-CWA, Emma Kinema, cree que hay que comprender que la tecnología está en todas partes, que la mayoría de los trabajadores en cierto sentido trabajan con la tecnología, pero que hay una uniformidad en lo que llamamos la "industria de la tecnología", a pesar de ser tan enorme y diversa. También es importante recordar que la cultura de Silicon Valley (EE. UU.) ha sido antisindical desde el principio; una de las razones por las que California se convirtió en el centro tecnológico preferido fue que el área de Boston (EE. UU.), donde empezaron muchos de los primeros líderes de la industria, tenía una presencia sindical establecida desde mucho tiempo atrás. A pesar del rechazo de los jefes, los trabajadores de estos sectores pioneros finalmente se sindicalizaron, aunque tardaron años y fallaron muchas veces. Los trabajadores siderúrgicos llevaron a cabo grandes huelgas en 1919, pero fracasaron. "En la década de 1920 y 1930, todo el mundo pensaba que era imposible organizar a los trabajadores del sector de acero. Estaban demasiado bien pagados; su industria era demasiado nueva; tenían modernas formas de gestión", recuerda Kinema. Pero en 1937, US Steel reconoció el sindicato. "¿Alguien se puede imaginar a los trabajadores de Google en huelga?" se pregunta Kinema. Solo los ingenieros de seguridad, que mantienen la infraestructura técnica de Google, "podrían bloquear la mitad de internet".

En la lucha actual, la administración de Joe Biden ha mostrado apoyo tanto a la reforma radical de la legislación laboral, que convertiría en ilegales muchas de las tácticas de Amazon en Bessemer, como a lo mejor a la regulación de las Big Tech. Hamilton señala: "Se necesitaron unos 50 años para sindicalizar a US Steel. Los almacenes de Amazon se construyeron hace pocos. Si no lo conseguimos este año o el próximo, lo haremos dentro de cinco años".

Autor: Sarah Jaffe MIT Technology Review

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