Algoritmo Peligroso

La semana pasada una investigación interna de Facebook llegó a la conclusión de que la aplicación de Instagram es tóxica para las adolescentes. Según uno de los informes “Un 32% de las chicas dicen que cuando se sienten mal con su cuerpo, Instagram les hace sentir peor”. Así mismo, se muestra que la plataforma puede llegar a dañar la salud mental y física de las personas. Una realidad innegable es que no solo afecta a las mujeres, también a los hombres de estas edades.

Ahora, no se pude decir con precisión donde radica el problema. Instagram llegó para posicionarse como la app social favorita de la mayoría por su interfaz para subir y consumir contenido express. Imágenes y videos es lo que caracterizan a esta red social. En sus inicios los perfiles eran bastante básicos, al tiempo que IG ganaba popularidad; el contenido se empezó a hacer más creativo. Las actualizaciones de la aplicación eran éxito tras éxito. El feed se convirtió en algo muy importante para los usuarios. Y aquí, también crecían cuentas con millones de seguidores: “los influencers”

Tal y como se define, los influencers son creadores de contenido digital con la capacidad de influenciar a un gran número de seguidores. Patrocinados por grandes marcas, se descubrió que, para llegar a ser famoso, exitoso y millonario no se necesitan años de trabajo; solo basta un video viral. Una realidad difícil de digerir. Sabemos que no todo el contenido que se sube tiende a ser así o con la intención de dañar a la gente, pero; ¿qué pasa cuando el receptor de este contenido lo asimila negativamente? Según The Journal, el 13% de los usuarios británicos y el 6% de los estadounidenses atribuyeron el deseo de suicidarse a Instagram. Esto es alarmante para la compañía porque sus ingresos son especialmente generados por este público.

Instagram anteriormente había tomado cartas en el asunto, estableciendo opciones en la configuración de la aplicación para reducir estos efectos negativos en la gente. Un ejemplo reciente es el ocultar el número de “me gusta”

Sin embrago, ha quedado expuesto que el algoritmo que se usa es peligroso. Si la persona tiene un problema o adicción con algo, esta programación hace que se te muestre más y más ese tipo de material. Por ejemplo; al darle “double tap” a una modelo de cuerpo delgado, automáticamente te empiezan a mostrar este tipo de tendencias. Es cuando se distorsiona el pensamiento y da lugar a lo que se le llama “thinspiration”

Y es que si analizamos las herramientas que ofrece la plataforma, encontramos los filtros en las historias. Muchos de ellos tienen la función de cambiar la tonalidad de piel, ojos, la forma de la nariz, etc.

No solo se idealizan cuerpos, también estilos de vida. El bombardeo es constante. Posteos de posesiones materiales, viajes, fiestas, lujo, etc. Todo esto crea un espejismo donde la interacción con estas celebridades parece más cercana, al alcance de un comentario o de una reacción. Y la idea de que se puede alcanzar el “éxito” de manera rápida es apropiada por el público más vulnerable.

Muchas veces lo que se postea es totalmente escenificado, hay una producción y edición detrás del resultado final que es el que se expone y difunde. Esto provoca que los adolescentes se tomen cien fotos y eliminen 95. Obtener “likes” se ha tornado en una obsesión, se siente bien tener un cierto respaldo. Ahora la aceptación social depende de la aceptación en el mundo digital.

Tal vez esto afecte más a los pequeños porque ellos han crecido conociendo eso. No se pude definir una identidad en base a lo que se consume en internet, saber separar estas situaciones se vuelve más complejo debido a que se este segmento de población ha crecido con esa realidad consolidada.

Por otro lado, la compañía no es 100% responsable de estos desequilibrios mentales. Otra variante que se debe analizar es la libertad con la que los adolescentes y también niños acceden a las redes sociales. ¿Qué es lo que ven las generaciones más jóvenes en el celular?

Sin duda, gran parte de la responsabilidad es de los padres o tutores. La intervención de estos puede ser crucial para contrarrestar estas ideas erróneas.

La sociedad ha cambiado y sigue cambiando a gran velocidad. La pandemia también ha remarcado una brecha en la interacción social, en función de que ahora la comunicación esta intermediada por dispositivos electrónicos. Una pregunta obligatoria es ¿Qué edad es la ideal para acceder a este tipo de redes sociales o contenido? El Congreso de Estados Unidos llamó nuevamente a Mark Zuckerberg para dar la cara ante esta desafortunada situación. Tendremos que esperar a las medidas tomara Facebook para mitigar estos trastornos que, tal vez no sean causados por ellos en muchos casos, pero si los detonan.

Autor: Alberto Linas.

sociedadNatacha Lander