7 claves para entender cómo funciona la energía nuclear y qué desafíos enfrenta para reemplazar al gas y al petróleo

La encrucijada energética en la que se encuentra el mundo está en un momento delicado, debido a que estamos en un momento en donde depender de los combustibles fósiles es cada vez más insostenible. Además, los precios del petróleo y el gas se han disparado en los últimos dos años, y con ellos los costes de la producción eléctrica y la factura de la luz.

La cuestión es que los países parecen incapaces de cumplir con los objetivos de emisiones, y por eso surge el “eterno debate”: La energía nuclear. Tanto así que en declaraciones del recién electo presidente francés, Emmanuel Macron "Ha llegado el momento del renacimiento nuclear".

Si bien la mayoría de los países que son potencia nuclear, como Francia, prometieron reducir en un tercio la generación atómica, sus posturas sobre la energía nuclear han cambiado, por eso queremos conocer siete claves para entender si la energía nuclear puede sustituir a los combustibles fósiles.

¿Puede sustituir al gas, el petróleo y el carbón?

La guerra de Ucrania ha evidenciado la vulnerabilidad energética de Europa por su alta dependencia del gas ruso, lo cual evidenció que los humanos no podemos depender tanto de los combustibles fósiles.

Estos aún generan al menos dos tercios de la energía eléctrica y de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, según diferentes estudios de organizaciones internacionales. Estos datos dejan claro una cosa: la necesidad de un modelo de producción eléctrica que no dependa de los combustibles fósiles. Y hay dos opciones disponibles: la energía nuclear y las energías renovables.

Si bien Greenpeace cree que es posible prescindir tanto de las energía fósiles como de la atómica, los defensores de la energía nuclear ponen en duda que esto sea factible: las renovables tienen una capacidad de generación limitada, requieren grandes cantidades de espacio y materiales, y dependen de las condiciones climatológicas para alimentar la red. Por ese motivo es más realista aumentar tanto la producción atómica como de renovables para acabar reduciendo a cero las de carbón, gas y petróleo.

Sin embargo tenemos que saber que esto no ocurrirá de la noche a la mañana, solo construir una central nuclear y ponerla en funcionamiento suele llevar entre 5 y 10 años.

¿Cómo se produce la energía nuclear?

Las centrales nucleares usan la fisión atómica para producir energía:Al dividir un átomo pesado -generalmente de uranio 235- se producen más neutrones en un efecto multiplicador, desatando en una fracción de segundo una reacción en cadena. Esto libera neutrones, rayos gamma y grandes cantidades de energía; el intenso calor aumenta la temperatura del agua y produce vapor. El vapor hace girar las turbinas del reactor, que activan un generador para producir electricidad y finalmente enviarla a la red.

¿Y la fusión?

La fusión consiste en liberar enormes cantidades de energía forzando la unión de los núcleos atómicos en lugar de dividirlos. Muchos la consideran la solución definitiva para el suministro futuro de la humanidad, ya que apenas contamina o consume recursos y podría producir energía casi ilimitada.

Sin embargo, para recrearla con éxito en la Tierra requiere de una alta tecnología que aún está en desarrollo. De hecho, los expertos creen que la fusión nuclear podría tomar protagonismo en la segunda mitad de este siglo.

¿Es verde?

La Comisión Europea (CE) clasificó el pasado febrero como "verde" la energía nuclear al considerarla necesaria para la transición hacia una generación sin emisiones de dióxido de carbono, principal causante del efecto invernadero.

Las centrales nucleares emiten un promedio de 28 toneladas de ese gas por cada gigawatio hora que producen, muy por debajo de las 888 de las de carbón, las 735 de petróleo y las 500 de gas natural, según el informe técnico de la CE. Según el mismo estudio, la energía nuclear también genera cantidades muy bajas de dióxido de sulfuro y dióxido de nitrógeno, que pueden generar lluvia ácida, así como desechos químicos, y consume menos recursos minerales y fósiles en comparación con otras fuentes.

Por su parte, la ONU advirtió en 2021 que los objetivos globales para frenar el calentamiento global no podrán alcanzarse si se excluye a la energía atómica. Especificó en un informe que en el último medio siglo la energía nuclear ha ahorrado el equivalente a dos años de emisiones globales de dióxido de carbono.

Pero no todos están de acuerdo con que la energía nuclear sea limpia: los detractores de la energía nuclear también alegan que extraer uranio produce daños medioambientales, que decomisionar una planta es costoso y contaminante, o que existe el riesgo de accidente o ataque militar a instalaciones atómicas, muy bajo pero con consecuencias potencialmente desastrosas si ocurre.

¿Y qué pasa con los residuos?

Otro de sus principales argumentos es que la fisión nuclear produce residuos radiactivos con un alto potencial contaminante. Estos residuos, que en su mayoría provienen del combustible nuclear gastado en las centrales, son materiales sólidos y líquidos que contienen isótopos radiactivos.

Estos pueden ser tóxicos desde décadas hasta miles de años y su tratamiento es muy complejo. Por ejemplo, en el caso de residuos de alta actividad hay que almacenarlos en tres etapas diferentes, la última de ellas bajo el suelo a entre 200 y 1.000 metros de profundidad.

¿Es rentable?

Construir y poner en marcha una central nuclear es extremadamente caro. Solo por poner un ejemplo, la planta en construcción de Hinkley Point C, en el sur de Reino Unido, con 3.200 megavatios que aportarán el 7% de la energía del país desde 2025, costará cerca de US$30.000 millones, según estimaciones.

Atucha III, que será la cuarta central nuclear de Argentina con 1.200 megawatios, costará US$8.000 millones, según el acuerdo firmado en febrero entre este país y China.

Sin embargo, producir electricidad con átomos es mucho más barato al no necesitar un suministro ingente y continuo de combustible. Si bien el uranio es un material costoso, con pequeñas dosis puede generar enormes cantidades de energía.

¿Qué países apuestan por la energía nuclear?

Con 96 reactores operativos que producen más de 90 gigavatios, Estados Unidos acapara casi un tercio de la producción global de energía atómica, seguido de China y Francia, con más de un 13% cada uno, según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

En Europa la cosa se complica, se encuentra dividida. Sobre la energía atómica: los gobiernos de Alemania, Austria, Dinamarca, España, Luxemburgo y Portugal rechazan promoverla, frente a la autodenominada "alianza nuclear" de Bulgaria, Croacia, Finlandia, Francia, Rumanía y Eslovenia, a la que se suman República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia.

Por su parte, en América Latina la energía nuclear solo aporta un 2,2% de la producción eléctrica de la región con siete reactores: tres en Argentina, dos en México y otros dos en Brasil.

Y quien más apuesta por el átomo está a miles de kilómetros de distancia: China se postula como la próxima superpotencia mundial en energía nuclear.

Autor: Atahualpa Amerise

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